viernes, 26 de marzo de 2010

TODO COMIENZA CON UN HILO

El fin de semana pasado estuve en una caminata por bosque y páramo, una buena experiencia, en un descansito que tomamos en el ascenso contemplé una araña y esta es la historia, cosas irrelevantes y simples que a veces hay que contar porque esos detalles de la naturaleza animal son idénticos a los nuestros, una simple observación de unos minutos, nada trascendente, como para no descuidar este blog y a los 2 o 3 pelagatos que lo leen. Saludos

Ahí está la cautelosa araña, tanteando su terreno, escogió uno que le pareció útil para su supervivencia, merodeó entre los arbustos, se ubicó en la punta de una ramita, ubicó el punto a donde quería llegar y empezó tímidamente a producir su primer hilo, cuando llevaba apenas unos milímetros y estaba suspendida en el aire el viento la zarandeó fuertemente, entonces se dio cuenta que la rama no era un buen punto de apoyo, se devolvió y debió buscar otro sitio donde arrancar, uno que no se moviera con el viento. Así pues reanudó desde un tronco grueso para la proporción de su tamaño, y empezó nuevamente, esta vez el punto de llegada estaba un poco más distante y no era muy probable que llegara a este, así que debía tender el primer y largo hilo de su telaraña con algún grado de turbulencia, un eterno camino de fragilidad e incertidumbre por el resultado. Finalmente logró su cometido! yo no sé si los arácnidos tienen sentido de satisfacción, si es así, esa araña se debió sentir muy contenta porque el primer hilo es el más difícil, ya el bailao nadie se lo quita... Llegó la noche, no se puede ver nada hasta mañana, no tengo idea si amanecerá el mismo frágil hilo, tal vez logre tejer el segundo o tal vez una borrasca o algún animal lo rompa y toque nuevamente empezar. Espero que por lo menos siga ahí o que haya un hilo más, ese frágil hilo representa un hito, una esperanza, una diminuta luz, un comienzo, he visto majestuosas telarañas, todas comenzaron con un solo y frágil hilo. Saludos



sábado, 13 de marzo de 2010

TINGO TANGO II

Ahí están un par de amigos de la pensión donde viví algunos meses entre el 2008 y el 2009, Nubia es la “ama de llaves” de la casa y Diego uno de sus inquilinos, ella es boyacense, él es de Norte de Santander, hace días estaba que iba a tomarme unas cervezas con ellos hasta que saqué un ratico y nos actualizamos, somos muy distintos pero tenemos penas y desamores similares, ese fue nuestro eje de conversación. Esa noche me hicieron firmar ese papelito que aparece en la mitad, Urrutia no es mi apellido, es una burla al abolengo y linaje de los aristocráticos apellidos del altiplano. Y pues más que clases querían que los llevara a escuchar tangos y ver bailar, un par de días después les cumplí la promesa, ahí estaban, a la izquierda en El Cafetín de Buenos Aires por la Calle 64 entre 13 y Caracas, a la derecha la misma noche, al lado de Carlitos, en el Viejo Almacén en el Centro, homenajeado por todo el local, recordando que estuvo en Bogotá un par de días antes de su deceso por allá en el 35. Tarareamos unas letras, con Diego nos propusimos imaginarnos de la fecha a un año a ver en qué han cambiado nuestras vidas, esperamos tener cosas buenas que contarnos, como le dije a mi mamá con un poco de melancolía la última vez que nos vimos “…espero tenerle buenas noticias cuando vuelva…”. Lo que no pude hacer aquella noche fue bailar, no había con quien, en ninguno de los dos sitios había milonga esa noche, es lo que les quedé debiendo, sé que me aplaudirían porque en tierra de ciegos el tuerto es rey, en cambio los profesores me corrigen cada rato y no soy más que un simple aprendiz. Aún recuerdo la última canción que escuchamos esa noche, “Seguí mi consejo” cantada por Carlitos, Así dice una estrofa: “Si vas a los bailes, parate en la puerta, campaneá las minas que sepan bailar, no saqués paquete que dan pisotones...¡Que sufran y aprendan a fuerza'e planchar!”. Cuando mi mamá lea esto me va a decir que soy un machista, mamá no soy tan machista como parece, simplemente digo las cosas de otra forma. Saludos