viernes, 10 de septiembre de 2010

TOC TOC TOC!



Nada más frustrante que una puerta cerrada, esa curiosidad insaciable de haber entrado siquiera una vez para fisgonear que había adentro, es que no había modo, miré por todos lados para ver cómo diablos la abría y no tenía más herramienta que mis débiles manos, por qué no tenía la maldita llave?? Seguramente no me la había ganado, mi terquedad me impulsó a forzar con mis dedos y lo único que hice fue lastimarme, era prometedor lo que había por dentro, lo alcanzaba a ver desde el agujero del cerrojo, decidí quedarme un rato más, no tenía mucho que perder, cuando de repente la puerta se entreabrió!! Qué emoción, no cabía de la dicha, entré sonrojado y avancé como un metro, el esfuerzo valió la pena!...., mmm pero la dicha duró muy poco, inmediatamente entré me di cuenta que para seguir avanzando en ese maravilloso sitio tenía que agacharme porque el techo iba bajando paulatinamente, ese detalle no lo había visto desde afuera, tengo un problemita de columna que me impide agacharme y la verdad no quise sacrificarme, me dolió mucho no poder seguir avanzando, así que sencillamente abandoné aquel sitio, la puerta se cerró y nunca más volví a pasar por aquel lugar, otros ansiosos se agacharán gustosos, yo no, no me voy a maltratar mi columna vertebral, eso nunca!! Me quedó al final un grato recuerdo, he encontrado después otras puertas abiertas, he entrado, el techo está perfecto, pero no he permanecido, sencillamente no me llama la atención, sigo en la calle, con un poquito de frío, caminando lento, pensando en aquella reflexión final de la película Cast Away: ‎".. y sé qué tengo que hacer ahora... seguir respirando, porque mañana saldrá el sol y quien sabe qué traiga la marea... " . Saludos.