lunes, 19 de diciembre de 2011

Nos vencieron, ustedes ganaron…

No nos digan que el mundo sería mejor sin nosotros, impulsamos proyectos, generamos ideas y hacemos lo que materialmente esté a nuestro alcance para hacerlas realidad, opinamos, tenemos ética profesional, nos imitan sosamente, nos felicitan cuando acertamos, se burlan cuando tropezamos.
No tenemos buenos ademanes, somos sarcásticos, altaneros, burdos, policivos, incisivos y hasta conflictivos, solitarios, huraños, exigentes y psico-rígidos, pero saben qué? Somos un peso en la balanza necesario para el mundo, así como el ladrón, la puta o el vagabundo.
Criticamos la sociedad en que vivimos, no porque nos creamos de otro mundo, porque nuestro ego esté tan inflado que creamos estar por encima de los demás, no, nada de eso. Es porque nuestra experiencia y visión nos hace chocar con la inercia, la desidia y el lamento. Pero ustedes nos acusan de estigmatizar la individualidad, no es así, mírenos! Qué mejor ejemplo de individualidad que nuestras propias personalidades arrogantes y atormentadas.
Pero acá va nuestro talón de Aquiles: no se imaginan el desgaste del que somos víctimas al intentar revolucionar el engranaje de otra forma, ya en nuestros fríos lechos nocturnos dejamos escapar esa desidia que tanto criticamos en el día, lloramos sin que nos vean, tendremos canas antes que el resto, seguramente moriremos antes, pero dejamos precedentes, nos atrevemos, proponemos cosas para calentar el ambiente, así por dentro el frío nos carcoma.
Tal vez mañana despertemos con fatiga, como si no hubiéramos dormido, con ganas de otras cosas, tal vez sucumbamos y nos estandaricemos, nos aceptarán mejor, tendremos muchos amigos, seremos más agradables, más tolerantes, poco exigentes, muy sonrientes. Tal vez nos rindamos, como somos minoría debemos ser nosotros los que estamos equivocados...
Nos vencieron, ustedes ganaron…
Saludos

jueves, 15 de septiembre de 2011

PREGUNTA, CONTEXTO, REDENCIÓN, BALANCE, JURAMENTO


PREGUNTA: Qué hago si no puedo dar puntada sin dedal, acaso debería sumergirme en el club  de los resignados lambeladrillos que mendigan por un poco de atención??...
CONTEXTO: Qué nos faltó en nuestra educación?? Nos dijeron que fuéramos honestos, que estudiáramos como locos para tener buenos puestos, que trabajáramos y ahorráramos mucho, que buscáramos nobles parejas, qué más??? Acaso nos enseñaron a consentir y a dejarnos consentir? A preguntar de vez en cuando si aquellos que están lejos acaso aún respiran? A construir una o varias aficiones para llenar el espíritu? A cuestionarnos todo lo culturalmente heredado? Nos dijeron qué significaba “trascender”? Nos invitaron a reflexionar, a pensar, a filosofar? Con qué frecuencia recibíamos visitas en casa, les invitábamos a cenar y hacíamos una buena charla?
REDENCIÓN: Ahora es que estoy descubriendo el mundo por mí mismo, tomando ese grandioso y valiosísimo empirismo heredado y combinándolo con el aprendizaje de aquellos valores que nunca desarrollamos en casa, la culpa no es de los viejos, creo que antes nos dieron mucho más de lo que los abuelos les dieron a ellos, hicieron lo que pudieron, al menos lo correcto que es lo más importante.
BALANCE: Gracias a lo que aprendí en casa abrí caminos por donde la lógica de los cultos nunca siquiera lo pensaría, me tragué el mundo racional, lo controlo, lo pongo a mi favor, con el tiempo cada vez lo hago mejor. Por otro lado sigo siendo muy débil, con frecuencia vuelvo a los vicios del aburrimiento y la desesperación, casi nunca tengo una segunda opinión, además aquellas iniciativas o simples ocurrencias que sean más ambiciosas que las mías sólo las veo en las películas, o en gente con la que no tengo cercanía, con los míos me siento como un gallo en medio de una manada de patos.
JURAMENTO: Tal vez deba sucumbir, cambiar las inquietudes por parsimoniosas costumbres, ser más superficial para no complicar a nadie ni salir con cuentos raros, sonreír más, cuestionar menos, no ponerle demasiada seriedad ni empeño a esas cosas en las que debo interactuar con los demás. Todo eso es negociable, toda esa parte de mi personalidad la puedo vender por un mísero plato de lentejas, lo que sí tengo claro en medio de este torbellino en el que se pasa la vida es mi juramento: juro no mendigar, juro no inspirar compasión, juro disimular cuando me esté destrozando, y ante todo juro aprender, silenciosamente, así seguiré encontrando lentamente esos otros criterios de vida que ni a mis abuelos ni a mis viejos les enseñaron…
Saludos…

miércoles, 7 de septiembre de 2011

CORTEJO ENTRE JHON Y KATE EN TIEMPOS MODERNOS…

KATE DISPONE: Hoy no quiero bailar, hoy no es día para desjuiciarse, eso es para uno que otro fin de semana, tal vez con algunos tragos me entusiasme el plan, tengo cosas en qué pensar, preocupaciones de rutina que tienen mayor peso, además no me había hecho la idea con anterioridad, así que no, pero rico ir un día de estos, tal vez este fin de semana, no sé, ahí me estás llamando y miramos, vale??  
JHON REFLEXIONA: Seguro si supiera cuál es su discoteca favorita y qué canciones tararea a la perfección se dejara llevar por la emoción de una invitación inesperada, mmmmm, o será que no le gusta casi salir conmigo?? Ya sé que no soy el dueño del swing , y la verdad es que no me interesa serlo, es que para hacer un buen plan es cuestión de ponerle un poco de buena actitud y ya… Bien decía la abuela, dar y rogar es pecado…
JHON RESUELVE: Ya sabía que en un par de semanas se presentaba su DJ favorito, yo ya tenía las boletas para que fuéramos, no es mi ídolo pero tampoco es que me caiga mal, decidí pues ir a su trabajo para darle la sorpresa, se sonrió y abrió los ojos cuando las vio, me abrazó emocionada y me dio las gracias… Será una gran rumba, sé que la pasaremos super bien… Di con un plan que le fascina! Yo, que soy tan quisquilloso, me fascina cualquier plan en su compañía.
JHON PLANIFICA: Mientras tanto sigo mirando incesantemente el calendario, los eventos, las próximas rumbas, echando mano a lo que se me ocurra, espero no desgastarme, espero no agotarme, espero no dejarme de inspirar, espero no aburrirme, cuando no la veo protesto en silencio, cuando la veo se me olvidan todos mis resabios,… Por ahora protesto de día y olvido de noche… por ahora…

OPINIÓN: Jhon, tómelo suave, acuérdese lo que decía su abuela…

lunes, 29 de agosto de 2011

SENTIDO COMÚN

Sentido Común: es simple y llanamente hacer uso de la realidad, explotar la experiencia adquirida y decidir o predecir en base a las probabilidades estadísticas.
Es difícil determinar cuándo se tiene un buen sentido común desarrollado, hemos de suponer que los grandes líderes deberían tenerlo, su carisma, oratoria y visión son cualidades adicionales a este requisito básico para comandar.
Normalmente son los años los que hacen desarrollar el sentido común, hay quienes se niegan a aceptarlo y prefieren darle mayor prelación a lo instintivo, a lo dogmático, a lo que creen mágico, se rehúsan de una forma un tanto obstinada a tomar decisiones en base a su realidad.
Bueno, y si esa realidad no es conveniente para los planes del individuo? Eso es otro cuento, ahí está el talento de planificar y decidir las acciones con las que aumente la probabilidad de lograr lo que cada uno se proponga, eso sí que requiere mayor experiencia, creatividad y muuucho sentido común.
El sentido común nos puede decir que debemos salir con paraguas a la calle en días de lluvias, que las personas con menor capacidad de iniciativa no serán las indicadas para labores de crítica creatividad y poder de decisiones rápidas y acertadas, que el amor es muy caprichoso, no siempre consecuente con los buenos actos, que a la ropa blanca se le notará más la suciedad, que el olmo no dará peras, y que cada cosa que hagamos en nuestro propio bienestar normalmente viene de nosotros mismos, así que es mejor esperar poco de los demás, así no nos desilusionaremos, eso es tener sentido común.
No podemos actuar solos en el mundo, necesitamos de los demás como ellos de nosotros, por eso cada uno nos especializamos en algo pero requerimos de las aptitudes y afectos del resto del mundo, así que el sentido común nos obliga a meternos cuando es necesario en los procedimientos y formas de reacción que usan las demás personas con las requerimos interactuar a diario, es alistarse para un poco de irresponsabilidad, desidia, pereza, y mucha indiferencia, eso es lo primero con lo que nos topamos, ya el sentido común nos lo había advertido, ahí viene el esfuerzo por instruir, persuadir e invitar, ese es el camino que he encontrado para no estrellarme violentamente con un muro, sino frenar suavemente y buscar las fisuras, romper las barreras e intentar seguir avanzando en la dirección deseada.
Así que en franca diatriba contra los oradores del éxito, los gurús de la autoayuda, los carismáticos pastores, los maestros del yoga, la bruja del barrio, el profesor de filosofía, el indio amazónico y todos aquellos que se ganan la vida intentando hacer más llevadera la nuestra les comparto mi conclusión:
Hay que tener sentido común, es decir, jugar con la mera realidad, y eso es, nada más y nada menos que tener un pesimismo moderado (sólo moderado por favor, no se vaya a pegar un tiro! es el nivel apenas justo donde afloran la inconformidad, la auto exigencia, la inquietud constante y la convicción de que se pueden lograr las cosas con mucho esfuerzo de su parte y poco esfuerzo de los demás).
Ya logró algo bueno y tangible? Entonces relájese un rato, pase a un optimismo moderado, disfrute lo que logró por un corto tiempo y prepárese para otra batalla, ya sea para mantener lo que ha conseguido o en búsqueda de nuevos objetivos. La guerra sólo se acaba con nuestro último suspiro, en ese momento nuestro cuerpo se transformará en un puñado de nutrientes para otros seres vivos, somos su comida por simple sentido común, no es más, ahí acabó todo para nosotros.
Burda la reflexión?? Allá usted, es mi noción, es mi experiencia, de pronto algo le sirve, si no es así seguramente su fe le salvará
Saludos

miércoles, 27 de julio de 2011

Mi ansiedad y tu agonía

A veces pasa que los demonios llegan y arrebatan las ilusiones. Algunas veces lentamente, sin darnos cuenta el descuido y la falta de acción nos carcome y hace trizas esas nobles intenciones. Algunas veces de una forma despiadada y sorpresiva derriban de tajo ese frágil castillo de naipes que con tanto empeño se había levantado.
A veces pasa que el azar se nos atraviesa y nos hace dar un giro inesperado en nuestras vidas, cambia nuestro entorno y nos pone a prueba sobre las nuevas circunstancias, simplemente reemplazamos unas cosas por otras para adaptarnos, lo viejo ya no nos sirve en el nuevo escenario, el mundo cambia y nosotros con él para no desfallecer.
A veces pasa que despertamos y esa plantita que tanto habíamos cuidado murió la noche anterior, de nada valió cuidar hasta el más mínimo detalle, nos preguntamos una y mil veces qué hicimos mal, nos resignamos repitiéndonos que sencillamente no era para nosotros…
Qué acaso es justo en esta humanidad? Siento desilusionarlos queridos creyentes, pero no es de esperar que el que la hace la paga, que el que siembra recoge, que la generosidad y el altruismo servirán para algo más que un bonito recuerdo, la única ley queridos humanos llenos de fe es que la incertidumbre es lo que nos seguirá gobernando. Esa que trae caprichosamente lo que merecemos y también lo que no merecemos.
Y para rematar este desgarrador mensaje les voy a susurrar algo al oído, shhhhhh, pongan atención:
Hay sólo unos poquísimos momentos en que la dicha es completa, no es un mundo perfecto pero es lo que quisiéramos mantener y sacar adelante, nos llena de esperanza, da mayor sentido a todo lo que hacemos, puede ser fruto de nuestro esfuerzo o accidente del azar, da igual, como sea es bello y pagaríamos un alto precio por mantenerlo, no importa cuánto vaya a durar, sólo deberíamos procurar que la ansiedad y la incertidumbre no nublen tan escasos momentos, deberíamos ignorar el pesimismo y aprovechar el pequeño júbilo para revitalizarnos, para regocijar nuestros agotados espíritus y saborear las mieles de la plenitud, como bien leí en algún lado: “Sólo espero poder canalizar esta sed de vida compartida, para que no se desborde y pueda suplir mi ansiedad y tu agonía“ (Anónimo)
Saludos