Esas idílicas ideas que antaño hacían soñar hoy no son más que mitos, son referencias de cajón para hacer más llevadera la existencia, son mentiritas que nos inculcan para darle una tenue luz a los momentos más oscuros…
Ya he desenmascarado muchos mitos: que el corazón avisa, que el que siembra recoge, que Dios existe: además dizque recompensa y castiga, que lo que vale es lo que llevamos dentro (JA!), que tenemos muchísimos “amigos” en la vida, que hay que sembrar virtudes para lograr lo que queremos, que fumar mata, que Elvis está vivo, que los gringos fueron a la Luna, y un larguisísimo etcétera.
Así que bien podría dejar deudas de todo tipo sin pagar, podría usar más a menudo la mezquindad, romper corazones, no lavarme los dientes hoy o cometer una infracción de tránsito, todo eso ni da ni quita, las cosas buenas o malas llegan como yunques del cielo, no hay quien las ataje, impactan y listo, por simple gravedad.
Mañana será un día normal, amanecerá igual y las reglas de la naturaleza seguirán su curso, esas malditas reglas humanas son las que nunca entendí, definitivamente son casi totalmente opuestas a las que me enseñaron, antes no lograba comprender a los dolosos y malevos, ahora sé que no llevan karma alguno, y que el castigo sólo lo reciben los tontos y los atormentados. Ahora sí que los entiendo, a lo mejor están más cerca del secretico, su superficialidad les crea una vida descomplicada, su inmoralidad les ofrece un mundo mejor.
Mañana será un día normal, amanecerá igual, iré a la librería, hay un clásico que nunca me he podido leer, “El príncipe”, cuando lo lea entenderé más y más cosas.
Saludos
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