lunes, 7 de marzo de 2011

Qué buscas gato curioso?

Acaso un nuevo juguete para distraerte un rato? No encontraste nada nuevo la última vez que viniste y de repente un instinto de curiosidad te hizo volver a fisgonear este empolvado rincón? Mmmm, acá no hay nada, en Ventôse los panoramas son variados, novedosos y bellos a la vista, pero el espíritu es igual de apacible, ñoño, aburrido, sin magia, esa magia no aparece de hace unos pocos meses hacia acá, quiero que este rincón sea una novedad, una razón para amañarse, pero no es así por más que me esfuerce, me invento algún juguetico para decorar y lo dejo a media elaboración, como un mecanógrafo con una hoja en blanco en su máquina y la cesta llena de papeles con borradores frustrados, así que por acá ni siquiera encontrarás un sitio cálido para dormir, por ahora sólo un lánguido y lacónico vacío rodea este rincón, y déjame decirte que en otras ocasiones fui muy creativo decorando para que vinieras y alabaras tu curiosidad por haberte traído acá, esta vez tu instinto te traicionó, sólo una fría pared y un inhóspito piso te harán devolverte por donde viniste.

Qué lástima que los gatos no hablan, si lo hicieran te preguntaría qué opinas, qué buscas, de qué te burlas, de qué te ufanas, qué deseas, pero sólo puedo interpretar subjetivamente esa mirada esquiva que de reojo y disimuladamente fisgonea, empinas las pezuñas, alzas la cola y sigues tu camino, ya quisiera ver cómo es tu guarida, pero eres sólo un simple un gato, nada del otro mundo, y nunca me dirás “ven y fisgonea por acá…”, en medio de tu merodeo eres un gato celoso con tu mundo, allá tú, cualquier día volverás a pasar por acá y verás si hay algo nuevo, si este rincón te es agradable te dignarás a entrar, por ahora sigue derecho que sé que allá afuera encontrarás cosas curiosas para pasar la fría noche, a lo mejor nunca vuelvas, o a lo mejor los rincones oscuros no te caigan mal de vez en cuando para escampar algún aguacero y luego seguir tus incansables rondas.

Vete a dormir querido gato, no más por hoy, de pronto me evidencio demasiado y me vuelvo tan predecible que ya nunca más te volveré a ver por estos tejados... Hasta pronto…

Saludos…

No hay comentarios: